No es indispensable formalizar legalmente tu emprendimiento, pero sí es muy recomendable. Voy a explicarlo con un ejemplo y algunos puntos clave para que lo entiendas mejor.

Imagina que tienes un negocio de vender empanadas desde tu casa.

• Si no lo formalizas (es decir, no lo registras legalmente), puedes vender sin problemas, pero:
  • No puedes emitir facturas legales. Esto puede limitarte si un cliente más grande o una empresa te pide una factura para comprarte al por mayor.
  • Tendrás acceso limitado a créditos o ayudas del gobierno que pueden darte más dinero para crecer.
  • Te arriesgas a multas si te detectan sin estar registrado. A veces la DIAN (la entidad de impuestos en Colombia) o la alcaldía podrían hacerte controles.
  • Difícilmente podrás crecer de forma grande. Por ejemplo, si quieres tener empleados o vender en supermercados, necesitarás tener todo en regla.

Ventajas de formalizarse:

• Acceso a financiamiento: Podrás solicitar créditos en bancos para invertir en tu negocio.
• Protección legal: Si tienes un problema con un cliente o proveedor, estarás más protegido.
• Confianza de los clientes: Algunos prefieren hacer negocios solo con empresas formales.

Formalizar tu negocio no es tan complicado ni costoso. Puedes empezar como persona natural, que es ideal para pequeños emprendedores en Colombia porque simplifica el pago de impuestos.

Así que, aunque no es obligatorio, formalizarte te abre muchas puertas para crecer y proteger tu emprendimiento a largo plazo.